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Monique explora la belleza desde pequeña, un interés nato que la pulsó a investigar un vasto abanico de técnicas y formulaciones para el cuidado de la piel. Habiendo comprendido con los años el eje belleza—balance interno, profundizó su labor a través de prácticas de respiración, yoga y alimentación. Su misión es guiarnos a través de su expertise y sabiduría, hacia la mejor versión de nosotrxs mismxs, para habitar plenamente nuestra piel.

Nicole investiga el cuerpo a través del contacto y del movimiento. Observan lo vital, lo propio, lo sagrado, a través de lo somático. Es terapeuta corporal (osteópata-masajista) con más de doce años de experiencia en consultorio, en Buenos Aires, Uruguay, México y Brasil. Su recorrido comenzó con la danza profesional y el movimiento consciente, hasta que la fuerza del contacto la condujo a explorar su potencial curativo y de autoconocimiento. Se siente atraída por la siempre paradojal experiencia de tocar lo intangible y entrar en diálogo con la profundidad vital y humana a través de la superficie de la piel. Su abordaje se nutre de formaciones en Osteopatía Biodinámica, Masaje Californiano, Tejido Profundo, Lomi Lomi, Hamacados Armónicos, Masaje Lateral para Gestantes, Drenaje Linfático Manual (Vodder) y actualmente, Somatic Experiencing.

Valeria es cosmetóloga, masajista facial, integradora de terapias bioenergéticas y estudiante de experiencia somática. Concibe la vitalidad como un estado de salud cuyo pulso se manifiesta en la fluidez. Su enfoque integra cuerpo y espíritu, entendiendo que las terapias energéticas pueden ser verdaderos puentes hacia el equilibrio. Desde esta perspectiva, Valeria acompaña procesos de bienestar en los que lo fisiológico y lo emocional dialogan en profundidad. Sostiene que la armonía es una expresión viva de la salud, y por eso dedica su práctica a restaurar el ritmo de las emociones que habitan el cuerpo. Su mirada es sensible, respetuosa, y busca siempre crear un entorno de escucha donde el contacto se transforme en cuidado.

Guillermina es cosmiatra y masajista facial. En cada sesión practica una escucha atenta y sensible de la piel: ese órgano vasto, sabio y singular que refleja tanto lo que vivimos como lo que necesitamos. Su abordaje es profundo y personal. Observa, toca y acompaña desde la convicción de que la belleza es un estado de salud, no una apariencia. Formada en técnicas de masaje y cuidado dermocosmético, aplica solo aquello que ha probado y encarnado en su propio cuerpo. En su mirada, el cuidado de la piel es también una práctica de presencia y bienestar consciente, un ritual que puede restituirnos al centro.